Estamos ante fantasía pura
Sinopsis oficial:
Cristal oscuro: la era de la resistencia regresa al mundo de Thra con una nueva aventura. Cuando tres Gelfling descubren el horrible secreto detrás del poder de los Skeksis, emprenden un viaje épico para encender los fuegos de la rebelión y salvar su mundo.
Lo reconozco con orgullo: apenas veo series o películas. No haré una lista de cosas que no he visto para ahorrar unos cuantos infartos, pero sobre todo no lo haré porque aquí voy a escribir sobre lo que he visto: The Dark Crystal: Age of Resistance. Y sí, lo escribo en inglés porque así lo vi, y creo que no lo habría disfrutado mejor en español. Se pierden muchas de las voces originales y el fantástico trabajo que se hizo con ellas.
Bueno, veamos mi primera impresión: marionetas. Al principio me parecieron feas, no voy a mentir; al final me parecían entrañables. Primero extrañé que hubiese humanos o actores en la serie, luego me alegré de que no fuera así. Sí, son marionetas movidas con mucha habilidad (aunque de vez en cuando verás esos saltitos propios de los teleñecos) y en ocasiones, muy expresivas. La mayoría de criaturas que acompañan a los Gelfling, Skeksis, Podlings y demás también son marionetas; pero cuando se usa el CGI, se hace de modo que no se rompe nunca la inmersión en el hermoso mundo de la historia. Sin embargo, no pienses que el uso de marionetas hace de esta serie algo infantil. No en vano se cataloga como fantasía oscura; lo comprobarás con las horribles muertes que sufren algunos personajes.
En mi opinión, la trama es sencilla, con sorpresas y momentos un tanto predecibles, pero la disfrutarás si estás viendo la serie para disfrutar, como hice yo, y no para buscar el fallo. Los paisajes y otros escenarios que acompañan cada momento de la aventura son increíbles, junto a una banda sonora que en algunas ocasiones logra poner los pelos de punta. Vi esta serie con una amiga que se sintió triste y tuvo ganas de llorar en muchas ocasiones; yo debo ser un monstruo insensible porque nunca lo sentí así. Pero bueno, soy un escritor, que es lo mismo. Así que es posible que encuentres muchas escenas emotivas, pues hay pérdidas y reencuentros, amor, esperanza, determinación y desesperación. Todo lo que hace que una historia de fantasía se vuelva real: los sentimientos que transmite. Y esta transmite muchos.
Honestamente, me enteré de que la serie es una precuela de una película de 1982 cuando ya la había empezado, de ahí mi sorpresa con las marionetas. Si no has visto esta película, aconsejo que ni siquiera la busques en google hasta que hayas terminado la serie, para evitar destriparla. Al fin y al cabo, son solo 10 capítulos de unos 50 minutos cada uno, que pasan volando y acaban siempre dejándote con una incógnita. No obstante, acaba más abierta que una tienda 24H, por lo que puede esperarse una segunda temporada. Ah, las series y sus temporadas y sus tiempos de espera. Qué maravilla.
(Ejecutivos de Nexflix conminándote a extender tu subscripción... Perdón, los Skeksis, basados en buitres carroñeros).
En fin, si te gusta la fantasía, si quieres olvidarte de este mundo y de los humanos por un tiempo, adentrándote en una tierra mágica que no nos conoce a pesar de lo semejantes que son sus habitantes a nosotros (el mundo está gobernado por criaturas egoístas que absorben la vida de los demás para poder vivir por siempre, mientras ellos mantienen la cabeza agachada, ¿a qué suena eso?), no esperes más. Creo que nadie se arrepentiría de viajar a Thra y conocer a Hup. Bueno, y al resto de personajes, que también están bien.
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