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miércoles, 3 de julio de 2019

Los romances en la fantasía



El romanticismo es difícil de evitar en cualquier tipo de historia en la que haya seres vivos, pero si nos vamos a la fantasía, los protagonistas de estos romances se convierten en reyes y reinas, príncipes y princesas, caballeros, hechiceras, elfos y elfas, vampiros y mucho más. Todo depende de la imaginación de la persona detrás de la historia, quien, a pesar de todas las posibilidades que da una historia fantástica, puede fallar a la hora de dar vida a estos romances.

En este artículo, nuestros conocidos escritores (conocidos en sus casas) Albert C. Antúnez y Daniel A. D. Pérez contarán por primera vez con una colaboración, la de Soley Aragonés, autora de libros como “La leyenda de Yanel” o “La trilogía del Tiempo”, bloguera, booktuber y diseñadora de portadas, para intentar definir cómo escribir un buen romance. A través de unas preguntas, daremos nuestra opinión sobre diferentes temas relacionados con el romance en la fantasía, de las que sacaremos una conclusión. ¡Empecemos!


¿Cuál creéis que es la idea general que se tiene de los romances en la fantasía?
A: Desgraciadamente, el modelo Disney ha marcado los inicios de la fantasía. Los tiempos cambian, pero poco a poco. ¿Qué hay ahora, Shrek, Frozen, Juego de Tronos? Pequeños ajustes o un cambio de roles… Pero sigue siendo ese amor a primera vista, ese te quiero porque eres el/la protagonista. También tienes ese amor adolescente de la saga Crepúsculo, que es más de lo mismo pero con drama adolescente/instituto. Al final la fantasía mainstream se ha dedicado a describir mundos y contar historias, pero poco o nada de tinta ha dejado para profundizar en las relaciones románticas.D: No tengo una idea general muy diferente. Me parece que se ha normalizado demasiado que los amores surjan a primera vista y que se desarrollen sin dificultad. ¡Muy pocas veces es así en la realidad! Sé que hablamos de ficción, pero esta parte debería quedar fuera de lo fantástico para ver más romances interesantes que enriquezcan la historia de la que forman parte. 


S: Opino como mis compañeros: se ha generalizado mucho el “instalove” o amor a primera vista haciendo que a veces tienda a ser molesto en la lectura y caiga en lo absurdo. Porque no parece muy real pero…, ¿acaso no podría serlo?

Claro que podría. Y hablo por experiencia propia. Sí puede existir ese amor a primera vista. Con solo una mirada puedes saber que esa persona ha sido destinada a ponerse en tu camino, como si ya la conocieras de toda la vida.

Pero hablando desde el punto de vista de la literatura, ¿por qué es tan molesto este tipo de romance? Como lectora apasionada del romance me encanta disfrutarlo poco a poco. Que los personajes se vayan conociendo y surjan sentimientos encontrados cada vez más fuertes. Es decir, que el romance se cocine lentamente. Porque así el lector sentirá que es partícipe de ese amor que va surgiendo con el tiempo. Y en la fantasía es difícil ver algo así porque se tiende a “correr” o dejar en un segundo plano el romance.

¿Cómo escribiríais vosotros uno?


A: Pongamos tres ejemplos de cómo crear relaciones interesantes para el consumidor. Para eso vamos a utilizar la súper popular serie de televisión Friends.

Está la relación de Ross y Rachel. Uno es el chico eterna y secretamente enamorado de alguien que no puede alcanzar. Ella es el prototipo de chica de peli romántica. Pocos sentimientos son más poderosos que conseguir lo imposible. La persecución de ese amor soñado que por una u otra razón siempre se acaba escapando mantiene al espectador atento hasta el último capítulo de la serie. De hecho los guionistas aseguran que los pocos capítulos que están juntos la tensión se perdía y se convertían en una pareja aburrida.

Después están Mónica y Chandler, que debido a una noche de borrachera descubren el romance en su amistad. Redescubrir a una persona es algo mágico. De repente lo ves desde otro foco, el romántico, y lo mucho que ya lo querías cobra otra dimensión.

Finalmente tenemos a Phoebe. Ella no toma con mucha seriedad la mayoría de sus relaciones. Pero un día, la vagancia de Joey hace que un completo desconocido colisione con su vida. Esa persona mejora todo lo que había tenido hasta entonces por mucho. Estos dos extraños van creciendo como pareja hasta casarse.

He descrito tres líneas clásicas que gustosamente seguiría. En las tres, los personajes tienen otros romances. Pero cuando finalmente están juntos, como espectador (lector si fuera libro), sientes esa satisfacción de que lo han conseguido. Esa conexión con los personajes es lo que busco cuando escribo romance.


D: A mí no se me ocurren ejemplos, pero escribiría un romance en el que al principio los personajes ni siquiera sospechasen que se van a enamorar, o que uno de ellos sienta cierto interés, pero no ese amor de flechazo ilógico tan común. Luego, con las experiencias vividas juntos y el tiempo, se desarrollarían ciertos sentimientos en uno o en otro que podrían derivar en varias situaciones o incluso enredar aún más la trama principal. O escribiría una parodia en la que tras el flechazo y la boda un mes después, los personajes empezaran a conocerse y se dieran cuenta de que se odian x)


S: Me encanta leer y escribir romances que surgen poco a poco. Que los personajes sientan que hay algo entre ellos pero que no sean conscientes de que sea un futuro amor, sino de una amistad sincera. Que con el tiempo vayan descubriendo nuevos sentimientos y sean sus acciones los causantes de ese enamoramiento tan bonito.



¿Pensáis que los romances en la fantasía deberían acabar siempre con un final feliz?


D: No, aunque es lo que mayoría desea. ¿Por qué no deberían? Porque así es la misma vida. En esta abundan más los finales malos y los giros negativos, aunque muchas personas prefieren no ver estas cosas en las historias de fantasía, que para algo son ficción. He escrito tanto romances con un final feliz como romances de final trágico, pero lo cierto es que los que más me han tocado son los que han terminado en sufrimiento.
S: Recientemente vi una serie (que no os puedo revelar para no hacer spoiler) que acababa con un final muy trágico para su romance. Me hizo recapacitar y ver con nuevos ojos un romance que sin duda sorprendería al lector dejándolo con la boca abierta. Pero si bien es un giro inesperado que el lector trata de digerir, yo como romántica prefiero los finales felices. Ya sea en la fantasía o en cualquier otro género, mi mente necesita ver un final bonito que me haga suspirar de amor. Así, cuando cierro un libro me siento igual de feliz. Y la fantasía, si bien es un género ideal para sorprender y ofrecer giros inesperados, para mí es una forma de evadir la realidad y con ella sumergirnos en una mucho mejor y feliz.
A: Debería haber de todo, pero mayoritariamente final feliz. Lo de Romeo y Julieta estuvo bien para Shakespeare que fue de los primeros. En aquella época un giro tan dramático era muy sorprendente. Hoy en día me sorprendo más cuando no matan a un personaje que cuando lo hacen. En la actualidad tenemos sobredosis de giros dramáticos en forma de muerte. Para mí lo importante es el camino. Y si te curras un romance apasionante, ¿para qué vas a dejar con mal regusto al lector?



A pesar de todo esto, ¿por qué creéis que los romances rápidos siguen siendo más abundantes?


D: ¿Por qué la comida rápida sigue siendo más abundante que la bien elaborada? Por la misma razón x)


S: Porque normalmente se tiende a pensar que lo distinto no es tan fácil de leer ni de comprender. Es decir, estamos acostumbrados a una forma de leer esos romances que avanzan de forma rápida para no colapsar la historia o al lector. Se agiliza y de esta manera el lector lee algo que le es familiar y conocido. No solo leyendo, sino también viéndolo en series y películas como algo común.


A: Yo tengo una teoría. La humanidad sigue queriendo creer en lo mágico. En ese cruce de miradas que te enamora para siempre. Da igual que sus experiencias digan lo contrario. Ese amor simple y puro, preferiblemente de mano de unos adolescentes, da esperanza a la gente. ¡Hay un mundo mejor! ¡Quizás mañana te levantes y te ocurra a ti! Ese soñar en cosas grandes que requieran poco esfuerzo es lo que nuestra sociedad adora.



Conclusión


El género fantástico, tradicionalmente, ha dedicado más frases a crear mundos que a desarrollar relaciones entre los personajes. Eso es hasta lógico teniendo en cuenta que hay que conseguir que el lector se sumerja en un mundo que no conoce. Dicho eso, el mundo ha cambiado. Hoy en día hablar de dragones y vampiros en el bar de tu pueblo es algo normal. Las referencias visuales respecto a muchos de los elementos y personajes fantásticos son del dominio popular. Ya no es necesario describir de cabo a rabo un hombre lobo. Gracias a eso se puede dedicar más tiempo a las relaciones entre los personajes. Así pues, hagámoslo. Profundicemos en los romances de nuestros personajes como antaño se hizo para crear mundos como la Tierra Media y acabemos con la idea general que se tiene de estas relaciones. Depende de nosotros, escritores y escritoras que creamos nuevas historias, forjar un nuevo estándar que en el futuro sea seguido. Pero para eso, debemos esforzarnos en evitar perpetuar el romance simple y rápido.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado colaborar con vosotros, muchísimas gracias por incluirme!!!!

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    1. Me alegra que te haya gustado la experiencia :) A nosotros también. ¡Gracias a ti por participar!

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